¿CÓMO PREVENIR LA MASTITIS?
¿CÓMO EVITAR LA MASTITIS DURANTE LA LACTANCIA?
Estas son las siguientes recomendaciones para evitar la mastitis:
- Después de cada sesión de lactancia, deja que tus pezones se sequen al aire para evitar molestias y grietas.
- Puede utilizar Lansinoh u otra loción con lanolina en los pezones.
- Consume alimentos nutritivos y toma mucho líquido si tienes sed. Puedes adquirir los líquidos adecuados durante la lactancia bebiendo algo.
- Duerme mucho. Cuando sea posible, pide ayuda a amigos y familiares para que te ayuden con las tareas cotidianas.
- Asegúrate de que tu sujetador es cómodo y no te aprieta demasiado. Si se produce una congestión, esto es aún más importante. Usa ropa suelta y cómoda para reducir la presión. Es fundamental tener un sujetador que se ajuste correctamente.
¿CÓMO EVITAR LA MASTITIS DURANTE EL DESTETE?
- Deja de amamantar a tu hijo gradualmente cuando estés lista para destetarlo. Ambos deben destetar gradualmente. Así, el niño tendrá tiempo para aclimatarse a los nuevos hábitos alimenticios y evitarás que tus pechos se llenen de leche.
¿CÓMO PREVENIR LA MASTITIS?
Afortunadamente, existen medidas fáciles de seguir para evitar la aparición de mastitis.
- Alimentar con frecuencia: Un recién nacido come de ocho a doce veces en 24 horas. No retrases ni te saltes las tomas.
- Posición y apego: Si el bebé está bien colocado y conectado, se reducen las posibilidades de que se obstruya el conducto lácteo. Puedes recibir la información que necesitas de un asesor de lactancia o de una enfermera de salud materno-infantil.
- Mantén una higiene adecuada: Lávate las manos después de cambiar el pañal del bebé y de tocarte los pechos.
- Alivie los pechos sobrecargados: Despierta a tu bebé para alimentarlo si sientes que tus pechos están demasiado hinchados.
- Alterne los pechos: Comience cada toma con el pecho alternativo para asegurarse de que cada pecho se vacía después de cada segunda toma. Es necesario que lleves la cuenta de con qué pecho empiezas, sobre todo si te falta sueño.
- Descansa un poco: Con un nuevo bebé, no siempre es sencillo, pero es fundamental dar a tu cuerpo un tiempo de descanso. Mientras tu bebé duerme, intenta descansar un poco y pide a tus amigos y familiares que te ayuden en casa.
PREVENIR LA MASTITIS CON LOS CONSEJOS DE UNA ASESORA DE LACTANCIA:
Si sigues los siguientes consejos de una asesora de lactancia, puedes reducir el riesgo de desarrollar mastitis:
- Durante la lactancia, drene la leche de sus pechos completamente.
- Cuando alimente a su hijo, espere a que un pecho esté vacío antes de pasar al otro.
- De una toma a otra, cambia la posición de amamantamiento.
- Asegúrate de que tu hijo se agarra bien al pecho cuando lo alimentas.
- Después de amamantar, sóplate los pezones.
- Deja de usar sujetadores demasiado ajustados o cojines de lactancia que mantengan los pezones húmedos.
- Cuando amamantes a tu hijo, empieza por un pecho y deja que se vacíe antes de pasar al otro.
- Alterne las posiciones de lactancia para vaciar el pecho en todas las direcciones.
- Si necesitas interrumpir la lactancia, utiliza el dedo para liberar el agarre del bebé al pezón.
La mastitis puede ser ocasionalmente inevitable. Sobre todo en el caso de las que dan el pecho de forma exclusiva por primera vez, algunas madres son más vulnerables que otras. En general, los siguientes comportamientos pueden ayudar a evitar la mastitis:
- Ofrecer a ambos pechos la misma cantidad de leche.
- Vaciar los pechos para evitar la congestión y la obstrucción de los conductos.
- Para evitar que los pezones se agrieten de forma incómoda, utilice prácticas de lactancia eficaces.
- Deje secar de forma natural cualquier pezón doloroso o agrietado.
- Evite que se acumule humedad en los sujetadores o en los discos de lactancia.
- Mantenga una buena higiene lavándose las manos, limpiando los pezones y manteniendo limpio al bebé.
¿CÓMO PREVENIR LA MASTITIS DESPUÉS DE CURAR UNA VEZ?
- Después de la curación, es crucial comprobar si los conductos están obstruidos, ya que la mastitis y los conductos obstruidos vuelven con frecuencia.
- Cuando se detecta un conducto obstruido, se puede actuar para evitar la mastitis.
- Se aconseja amamantar con frecuencia, sobre todo cuando los pechos están llenos.
- Averiguar lo antes posible si el bebé se acopla correctamente.
- Esperar a que el bebé se relaje y se suelte antes de separarlo durante la toma.
- Cambia las posiciones de alimentación.
- Cuando llegue el momento del destete, reduce la alimentación de forma gradual y no brusca.
- Busca todos los días en la ducha cualquier bulto que se forme detrás de los pezones.
- Dúchate continuamente con agua caliente en el pecho afectado.
- Antes de las tomas, aplica calor y masajea el conducto.
- Si el masaje le duele, empuje suavemente el pecho.
- Para reducir la congestión hasta que la mastitis se haya curado, sácate la leche después de dar el pecho.
- Aplique calor e intente raspar suavemente el poro del pezón si surge una ampolla como un pequeño punto blanco en el pezón.
- Los suplementos de lecitina deben consultarse con un profesional médico, ya que pueden ayudar a evitar la reaparición.
- La leche puede salir a medida que el conducto se abre, pero el alivio se sentirá inmediatamente. La leche puede salir más espesa, parecida a un trozo de queso, si el conducto ha estado obstruido durante algún tiempo.
- Cuando hay un conducto obstruido, no es buena idea dejar de amamantar porque esto podría causar congestión y mastitis.
- El descanso es fundamental porque mejora el rendimiento inmunológico, lo que ayuda al organismo a combatir las infecciones antes de que se agraven.
- Para evitar problemas, es fundamental comentar cualquier dificultad de la lactancia con un médico lo antes posible.
REPETICIÓN DE CONDUCTOS OBSTRUIDOS O MASTITIS:
Hay que tener en cuenta los periodos bruscos y prolongados entre lactancias para evitar futuras obstrucciones de conductos o infecciones mamarias. Ayudará a vaciar todos los conductos que rodean el pecho al amamantar si de vez en cuando cambias la postura del bebé manteniendo la colocación adecuada.
Mantener tu salud general con una dieta sana y dormir lo suficiente puede evitar que te duela el pecho.
Cuando las bacterias son resistentes o menos sensibles al antibiótico que te han recetado, cuando se suspenden los antibióticos antes de tiempo cuando se prescribe el antibiótico equivocado, estas situaciones hacen que la mastitis reaparezca con mayor frecuencia.
Si la mastitis vuelve a aparecer, pide a tu médico que haga un cultivo y una prueba de sensibilidad en la leche para identificar el organismo culpable y la medicación adecuada para eliminarlo.
La probabilidad de que se produzca un absceso aumenta con el uso repetido de medicamentos inadecuados y el hecho de que muchos organismos son resistentes a los antibióticos estándar. La prevalencia de la mastitis provocada por el Staph aureus resistente a la meticilina (MRSA) está aumentando.
Las madres que se someten a una cesárea, que reciben antibióticos durante el periodo posparto, que tienen varios embarazos o que han experimentado la fecundación in vitro tienen más probabilidades de desarrollar un SARM adquirido en el hospital, una enfermedad contagiosa y difícil.
CONCLUSIÓN: REDUCIR EL PELIGRO DE MASTITIS:
Afortunadamente, la mastitis se trata rápida y fácilmente una vez identificada. Sin duda, la prevención es siempre preferible al tratamiento.
- Si es posible, amamante únicamente al bebé (evite utilizar la primera fórmula infantil para completarla o un chupete).
- Alimenta a tu bebé con frecuencia y en respuesta a sus necesidades; los intervalos prolongados entre las tomas podrían provocar una acumulación de leche materna.
- Si observas que los pechos se están llenando, anima a tu bebé a alimentarse.
- Comprueba que el bebé se agarra correctamente; experimenta con varias posiciones de amamantamiento para ver cuál es la más agradable.
- Ten paciencia y deja que el bebé termine de comer.
- Si deseas interrumpir la lactancia, considera la posibilidad de reducir gradualmente el número de tomas.
- No lleves ropa demasiado ajustada que te presione los pechos.