¿Cómo dejar de dar el pecho?
Después de decidir cuándo dejar de amamantar a tu bebé, el primer pensamiento que suele venir a la mente es: "Pero... ¿CÓMO?". Incluso las mamás experimentadas en la lactancia pueden tener preocupaciones sobre los bebés de mal humor, cómo dejar de perder el pecho o si el momento es o no el adecuado.
No importa en qué punto de tu viaje de lactancia te encuentres, ¡aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a decidir cómo dejar de amamantar!
1. Siga el ejemplo de su bebé (si puede)
Si eres capaz de seguir el ritmo de tu bebé a la hora de destetarlo, verás que el proceso es mucho más suave para ti y para tu hijo. Algunos bebés pierden el interés por la lactancia materna cuando empiezan a explorar todos los maravillosos alimentos y experiencias que tienen a su disposición. Otros, sin embargo, pueden desear la comodidad del pecho durante mucho más tiempo.
Si tu situación vital lo permite, dejar que tu bebé te guíe puede suponer una transición suave y gradual. Sin embargo, hay una serie de razones por las que puedes necesitar o querer destetar antes de que tu bebé haya perdido el interés, ¡y eso también está bien!
2. Considera tus objetivos de lactancia
Tomar la decisión de dejar de dar el pecho es una decisión personal en la que intervienen muchos factores. Antes de comprometerse con el destete, tómese un momento para considerar cuáles eran sus objetivos originales de lactancia. A veces, las madres pueden sentirse presionadas para dejar de amamantar antes de lo que desean por familiares y amigos bienintencionados que quizá no entiendan su deseo de amamantar.
La Academia Americana de Pediatría recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, y apoya la lactancia materna después de la introducción de alimentos sólidos, hasta los dos años y más. Si tú y tu bebé estáis contentos con el acuerdo, ¡eso es lo único que importa!
3. Intenta disminuir gradualmente
Ya has considerado tus objetivos y tu estilo de vida y has decidido destetar a tu bebé... ¡y ahora tienes que averiguar cómo dejar de darle el pecho! Si es posible, se recomienda disminuir las sesiones de lactancia de forma gradual. De este modo, tu cuerpo tendrá tiempo suficiente para adaptarse a la disminución de la demanda y se reducirá la posibilidad de que se produzca congestión, obstrucción de los conductos y mastitis.
Para algunas madres, esto significa un programa estricto de retirada de una toma a la vez, y para otras significa ofrecer alimentos sólidos o bebidas en tazas antes de ofrecer el pecho. De cualquier manera, el objetivo es una disminución gradual de la cantidad de leche que se retira del pecho con el tiempo.
4. Recuerda que la oferta se ajusta a la demanda
En caso de congestión o de molestias en el pecho durante el destete, lo mejor es extraerse a mano o con un sacaleches sólo lo suficiente para aliviar la presión, y no vaciar los pechos entre las tomas. Dado que la producción de leche materna se produce en función de la oferta y la demanda, vaciar los pechos por completo entre las tomas indicará a su cuerpo que siga produciendo leche. Esto hará que el destete sea un proceso mucho más lento y provocará más casos de congestión o de obstrucción de los conductos.
5. Asegúrate de que tu bebé come bien
Si ha decidido interrumpir la lactancia materna, asegúrese de que su bebé pueda comer una variedad de alimentos para sustituir las calorías y los nutrientes que recibía de la leche materna. Si vas a destetar a tu bebé antes de que cumpla un año, tendrás que sustituir las sesiones de lactancia por un biberón de leche extraída o de fórmula para asegurarte de que se cubren las necesidades nutricionales. Si tiene más de un año, puedes ofrecerle productos lácteos habituales o alternativas a la leche junto con sus comidas y meriendas.
6. Distraer, distraer, distraer
Si tu bebé o niño pequeño está acostumbrado a ser alimentado a demanda, una de las tácticas más eficaces para retrasar el tiempo entre las tomas es intentar distraerle cuando pida el pecho. Si realmente tiene hambre, seguirá pidiéndolo. Si se les puede distraer jugando, cambiando de escenario o tomando un tentempié o una bebida, hay que tenerlo en cuenta antes.
7. Proporcionar confort y cercanía
La lactancia materna proporciona mucho más que nutrición a tu hijo. Es una fuente de consuelo, cercanía y calma desde el primer momento en que se prende. Para reducir el impacto emocional de esta transición en tu hijo, asegúrate de ofrecerle muchas oportunidades de conexión. Acurrucarse, acunar, jugar, leer libros y cantar canciones juntos pueden ayudar a llenar los vacíos de tu bebé en este cambio.
8. Recluta algún apoyo
Destetar a tu bebé puede ser una tarea agotadora. Si tienes una pareja o un familiar que pueda ayudarte a distraer, consolar o alimentar a tu bebé de vez en cuando para que puedas descansar, pídele ayuda. En el caso de los bebés más pequeños, puedes pedirle a otra persona que se haga cargo de una o dos tomas con el biberón. Los bebés más grandes y los niños pequeños pueden beneficiarse de ser consolados o distraídos por otras personas importantes en sus vidas, mientras te dan un muy necesario descanso del duro trabajo del destete.
9. Disminuir el suministro de forma segura
A veces, no es posible dejar la lactancia materna de forma tan gradual o suave como se desea. Si por alguna razón necesita reducir su suministro rápidamente, asegúrese de hablar con su proveedor de atención médica. Hay algunos medicamentos y remedios a base de hierbas que pueden ayudarte a secar rápidamente tu suministro de leche de forma segura. Es importante hacer ese plan con su proveedor de atención con el fin de reducir sus posibilidades de efecto secundario desagradable o conductos obstruidos y mastitis.
10. Plan para ser flexible
A la hora de decidir cómo dejar de dar el pecho, es importante ser flexible. Es posible que marques una fecha en tu calendario para iniciar el proceso, sólo para tener un bebé enfermo que necesita esa leche extra y los mimos para recuperarse. Los brotes de crecimiento, los retrocesos en el sueño, la dentición y las enfermedades pueden afectar a tu plan de destete. Intenta recordar que el destete no suele ser un proceso lineal y que puedes tener algunos altibajos en el camino.
El destete es una decisión personal y a menudo emocional para las madres y los bebés. Asegúrate de que es una decisión que tomas por ti misma y con la que te sientes bien. Entonces, haz un plan, sé flexible y asegúrate de tener todo el apoyo posible para el proceso. Lo has conseguido.